La importancia de la conservación de los documentos históricos es un hecho que ha dado lugar a toda una ciencia, la documentación, encargada también del archivo y sistematización de éstos, de forma que puedan ser localizados con facilidad en los grandes espacios que ocupan.
En España, la Biblioteca Nacional de España (BNE) es la principal depositaria del patrimonio bibliográfico y documental, llegando a custodiar alrededor de 30 millones de publicaciones producidas en territorio nacional desde comienzos de siglo XVIII.
Libros, revistas, mapas, grabados, dibujos, partituras, folletos…los archivos conservados son fuente valiosísima del conocimiento del pasado. Y se trata de una riqueza a la que se puede acceder, ya la Biblioteca Nacional difunde este patrimonio bibliográfico a través de su catálogo y de la elaboración de la Bibliografía Española, además de ofrecer servicios al público que incluyen desde las salas de consulta y servicios a través de la página web, hasta los servicios de información bibliográfica especializada y el préstamos interbibliotecario.