La tarea de escribir un libro no es sencilla, necesita de mucha inspiración y horas y horas de trabajo. Su edición no es mucho más sencilla ya que la legislación exige una serie de inscripciones registrales que la obra debe cumplir. No sólo es cuestión de datos técnicos y de derechos que el autor, también habrá que solicitar el número de registro en el Depósito Legal de la comunidad autónoma que corresponda. Esta inscripción que es gratuita y la puede pedir el propio impresor. Si la obra se va a comercializar, además, habrá que solicitar el I.S.B.N., este trámite, en cambio, sí es de pago.
Aparte de legislaciones más técnicas sobre copyright, derechos de autor o propiedad intelectual, tendremos que reflejar e incluir una serie de datos. Estos normalmente irán colocados en las páginas preliminares, en lo que llamamos página de créditos o derechos.
El orden de las páginas iniciales va variando dependiendo del tipo de libro y del ajuste de páginas en los cuadernillos. Se suele comenzar con la página de cortesía (en blanco), la portadilla (título) y la portada (título, subtítulo, nombre del autor y logo o nombre de la editorial). Tras esta última se coloca la página de créditos, en el anverso de la portada, siendo la primera página par impresa del libro.
El contenido de esta página dependerá del tipo de publicación y de la cantidad de datos que haya, pero generalmente incluiremos los siguientes:
- Título de la obra.
- Personas o empresas que además del editor y autor, hayan participado en la obra. Pueden ser el traductor, el revisor, el ilustrador, el diseñador, el maquetador, el autor de la cubierta o de las fotografías.
- El número de la edición con la fecha.
- El autor con el símbolo de copyright, si corresponde.
- El editor con el símbolo de copyright y también con la forma de contacto si lo desea.
- Depósito Legal.
- I.S.B.N. (International Standard Book Number – Número Internacional Normalizado del Libro) o I.S.N.N. (International Standard Serial Number – Número Internacional Normalizado de Publicaciones Seriadas).
- La frase reglamentaria “Printed in Spain” para identificar el país en donde se ha impreso.
- Pie de imprenta con el año de impresión. También se puede añadir la dirección y datos de contacto del impresor.
Como complemento, también puede contener otros datos menos comunes, como por ejemplo la ficha bibliográfica, las licencias eclesiásticas o imprimatur, ex libris del autor. Las dedicatorias y agradecimientos, en cambio, irán en páginas distintas.
Algunas veces se añade una advertencia, más o menos contundente, contra los que copien o reproduzcan parte del contenido sin autorización o permiso del poseedor de los derechos. Estas frases ya construidas, las podemos encontrar, transcribir y adaptar de cualquier otro libro que tengamos a mano. Teóricamente esta prohibición ya está implícita en el copyright, por lo que su omisión no quiere decir que se pueda utilizar los contenidos de la obra libremente.
Aunque la colocación espacial de estos datos en la página pueden ser variados y no existe una norma fija, se suele marginar todo a la izquierda, utilizando un cuerpo entre 6 y 9, empleando negritas, cursivas o versalitas para distinguir los distintos apartados.
Es cometido de los diseñadores editoriales o maquetadores de libros reflejar en lugar, forma y manera apropiada todos los datos correspondientes en la página de créditos. Aunque no sea su obligación, también en ocasiones deben aconsejar a los autores/editores sobre los trámites necesarios para que un libro sea “legal”, así como de la forma de identificar de manera única a un libro o producto de editorial publicado de cara a su comercialización. Las personas o instituciones que vayan a realizar una publicación con fines comerciales pueden solicitar un I.S.B.N., aunque si la publicación no va a ponerse a la venta no tiene ningún sentido pedirlo.
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